Entradas populares

jueves, 3 de noviembre de 2011

EVOLUCIONAMOS O SOMOS DECADENTES

La organizacion de la raza humana ha evolucionado muy poco en lo que concierne a resolver las necesidades basicas que le representan vivir para el hombre; queda demostrado que toda la educación que nos imponen tanto el sistema estatal publico, con una pretencion politica  de izquierda; y el sistema privado particular religioso, alineado politicamente a la derecha  mundial, solo han servido para soluciones circunstanciales reflejadas en varias carreras efimeras para la solucion del problema humano.

La educación pretende una evolución intelectual que no ha podido resolver el hambre, el espacio fisico, la salud y varios derechos humanos consagrados en la constitucion de todos los países, y día a día se siguen entregando premios NOBEL a pretendidos sabios........................
                                         

FUNDAMENTOS PARA LA ACCION POLITICA DEL HUMANISMO

                             Fundamentos para la acción política del Humanismo
Mucho antes de que existieran los países, existían las personas congregadas como grupos humanos que al radicarse se convirtieron en vecinos. Luego y a medida que se fueron montando superestructuras administrativas, se les fue arrebatando su autonomía y su poder. De esos habitantes, de esos vecinos deriva la legitimidad de un orden dado, y desde allí debe levantarse la representatividad de una democracia real. Es al municipio donde debe regresar el poder de decisión de los ciudadanos; han de ser las poblaciones desde el ámbito municipal quienes decidan el tipo de organización hacia las que deban de avanzar las sociedades.

Todo militante o simpatizante no debe hacerse la pregunta de “¿quién será el candidato?”, sino más bien como formaremos nuestros centros y foros vecinales, como desarrollaremos nuevos lazos sociales, como daremos participación en las actividades a todas las organizaciones mínimas de base en las que se expresa el trabajo, el deporte, el arte, la cultura, la religiosidad popular, etc. Es pues ahí, en la calle, en los barrios, con los vecinos,..., donde comienza nuestra acción, la transformación social que el humanismo propone; porque ahí es donde se escucha el subterráneo reclamo del pueblo. Sabemos que es ahí únicamente donde comenzará la recomposición del tejido social a la hora de la crisis de las superestructuras centralizadas. ; aquí nos encontramos al vecino, al compañero de trabajo, al amigo, al familiar,..., y desde aquí debe construirse la representatividad real. Los problemas existenciales de la base social, del ciudadano de a pie, no se expresan únicamente como dificultades económicas y políticas, por lo tanto un partido que lleve adelante el ideario Humanista y que instrumentalmente ocupe espacios parlamentarios tiene significación institucional, pero no puede dar respuestas a las necesidades de la gente. Cualquier militante, afiliado, votante o simpatizante de las propuestas políticas del humanismo, ha de tener en cuenta principalmente, que

El crecimiento del nuevo humanismo

El gran capital, es el verdadero gobernanteLa transformación social a que apunta el Humanismo

El cambio hacia una sociedad humanista se gestará a partir de la demanda y la presión social, desde la base organizada

PUNTOS BASICOS DEL MOVIMIENTO HUMANISTA


PUNTOS BASICOS DEL MOVIMIENTO HUMANISTA 

Estos seis puntos del Humanismo constituyen para nosotros, la base de nuestra doctrina social y de nuestro compromiso de acción en el mundo.
  1. Propicia la ubicación del ser humano como valor y preocupación central, de tal modo que nada esté por encima del ser humano, ni que un ser humano esté por encima de otro.

  2. Afirma la igualdad social de todas las personas y trabaja por la superación de la simple formalidad de iguales derechos ante la ley avanzando hacia un mundo de iguales oportunidades para todos.

  3. Reconoce la diversidad personal y cultural afirmando las características propias de cada pueblo y condenando toda discriminación que se realice en razón de las diferencias económicas, raciales, étnicas y culturales.

  4. Auspicia toda tendencia al desarrollo del conocimiento por encima de las limitaciones impuestas al pensamiento por prejuicios aceptados como verdades absolutas o inmutables.

  5. Afirma la libertad de ideas y creencias.

  6. Repudia no solamente las formas de la violencia física sino todas las otras formas de violencia económica, racial, sexual, religiosa, moral y psicológica, como casos cotidianos arraigados en todas las regiones del mundo.
La propuesta Humanista rescata la dimensión existencial, afirmando el derecho de cada ser humano de preguntarse por el sentido de su vida.
En la filosofía humanista, el ser humano aparece abierto al mundo, viviendo entre contradicciones impuestas y con la posibilidad de elegir su vida, de elegir su intimidad y de elegir su ideal social, su lucha, o su inacción. Es decir, elegir la dirección que quiere imprimir a su vida. Por eso el tema más importante es saber si se quiere vivir y en qué condiciones hacerlo.

La participación en el Movimiento está abierta a cualquier persona, ya que cuando alguien coincide con las propuestas Humanistas puede ser parte activa de la organización y expansión del Movimiento.

MARTIN HEIDDEGER Y EL EXISTENCIALISMO


Pero en el caso del existencialismo ateo, este ser es el hombre, o como dice Heiddeger, la realidad humana.  ¿Qué significa en este caso que la existencia precede a la esencia?  Significa que el hombre ante todo existe, se encuentra, surge en el mundo, y que luego se define.  El hombre, según la concepción existencialista no es definible, en cuanto al principio no es nada.  Será sólo después, y será cómo se habrá hecho".  Y más adelante Sartre precisa: "El hombre no es otra cosa que lo que se hace.  Este es el primer principio del Existencialismo.  Y es, también, aquello que se llama la subjetividad que se nos reprocha con este mismo término.  Pero, ¿qué queremos decir nosotros con esto, sino que el hombre tiene una dignidad más grande que la piedra y la mesa?  Nosotros queremos decir que el hombre, en primer lugar, existe, o sea, que él es en primer lugar aquello que se lanza hacia un porvenir y aquello que tiene conciencia de proyectarse hacia el porvenir.  El hombre es, al comienzo, un proyecto que vive así mismo subjetivamente... nada existe antes de este proyecto... el hombre, antes que nada, será todo aquello que habrá proyectado ser".
Así, para Sartre, se trata de deducir coherentemente todas las consecuencias posibles del hecho de que Dios no existe.  El hombre construye, en la existencia, su esencia en un primer momento como proyecto y después a través de sus acciones.  Pero en este proceso de autoconstrucción, el hombre no tiene a disposición reglas morales que lo guíen.  Refiriéndose a uno de los inspiradores del Existencialismo, Dostoievsky, Sartre dice: "Dostoievsky ha escrito: 'Si Dios no existe, todo está permitido'.  He aquí el punto de partida del Existencialismo.  Pero... si Dios no existe no encontramos frente a nosotros, valores u órdenes que puedan legitimar nuestra conducta.  Así, no tenemos detrás de nosotros ni delante de nosotros, en el luminoso reino de los valores, justificaciones o excusas.  Estamos solos, sin excusas.  Situación que creo poder caracterizar diciendo que el hombre está condenado a ser libre.  Condenado porque no se ha creado a sí mismo y, no obstante libre, porque una vez lanzado al mundo, es responsable de todo lo que hace.  El hombre, sin apoyo ni ayuda, está condenado en todo momento a inventar al hombre...  Cuando decimos que el hombre se elige, entendemos que cada uno de nosotros se elige, pero con esto también queremos decir que cada uno de nosotros, eligiéndose, elige por todos los hombres.  En efecto, no existe tan siquiera uno de nuestros actos que, creando al hombre que queremos ser, no cree al mismo tiempo una imagen del hombre que nosotros juzgamos deba ser.  Elegir esto, más bien que esto otro, es afirmar, al mismo tiempo, el valor de nuestra elección ya que no podemos jamás elegir el mal; aquello que elegimos es siempre el bien y nada puede ser bien para nosotros sin serlo para todos".
Sobre estas bases Sartre construye su ética de la libertad: "...Cuando en un plan de total autenticidad, yo he reconocido que el hombre es un ser en el cual la esencia está precedida por la existencia, que es un ser libre el cual puede solo querer, en diversas circunstancias, la propia libertad, he reconocido al mismo tiempo que yo puedo sólo querer la libertad de los otros".  La ética de Sartre no se funda sobre el objeto elegido, sino sobre la autenticidad de la elección.  La acción no es necesariamente gratuita, absurda o infundada.  En efecto, es posible dar un juicio moral aunque no exista una moral definitiva y cada uno sea libre de construir la propia moral en la situación en la cual vive, eligiendo entre las distintas posibilidades que se le ofrecen.  Este juicio moral se basa en el reconocimiento de la libertad (propia y de los otros) y de la mala fe.  Veamos como lo explica Sartre: "Se puede juzgar a un hombre diciendo que está en mala fe.  Si hemos definido la condición del hombre como libre elección, sin excusas y sin ayuda, quien se refugie detrás de la excusa de sus pasiones, quien invente un determinismo, es un hombre de mala fe.  Pero se puede replicar: ¿Y si yo quiero estar en mala fe?  Respondo: No hay ninguna razón para que usted no lo esté.  Pero yo afirmo que usted está en mala fe y que la actitud de estricta coherencia es la actitud de buena fe.  Y además, puedo dar un juicio moral".
¿En qué sentido el Existencialismo llega a ser un humanismo? "El hombre está constantemente fuera de sí mismo; sólo proyectándose y perdiéndose fuera de sí hace existir al hombre y, por otra parte, sólo persiguiendo fines trascendentes él puede existir.  El hombre, siendo esta superación, está al centro de esta superación.  No hay otro universo que un universo humano, el universo de la subjetividad humana.  Esta conexión entre la trascendencia como constitutiva del hombre (no en el sentido que se da a la palabra cuando se dice que Dios es trascendente, sino en el sentido del ir más allá), y la intersubjetividad (en el sentido de que el hombre no está encerrado en sí mismo, sino que está siempre presente en un universo humano), es aquello que nosotros llamamos humanismo existencialista.  Humanismo porque le hacemos recordar al hombre que él es el único legislador y que él decidirá sobre sí mismo; y porque nosotros mostramos que, no en el volverse hacia sí mismo, sino buscando siempre fuera de sí un objetivo (que es aquella liberación, aquella actuación particular) el hombre se realizará precisamente como humano".
Sartre admitió que la antítesis entre libertad absoluta y mala fe también absoluta le había sido sugerida por el clima de la guerra, en el cual no parecía posible otra alternativa que aquella entre "ser con" y "ser contra".  Después de la guerra llegó la experiencia verdadera, la de la sociedad, o sea, la experiencia de una realidad compleja sin antítesis claras o alternativas simples donde existía una relación ambigua entre situación dada e iniciativa libre, entre elección y condicionamiento.  En la entrevista dada a la "New Left Review" en 1969, Sartre llega a dar la siguiente definición de libertad: "La libertad es aquel pequeño movimiento que hace de un ser social completamente condicionado, una persona que no se limita a reexteriorizar en su totalidad el condicionamiento que ha sufrido".  Aun con esta definición reductora de la libertad, Sartre no renuncia a algunos temas fundamentales de su filosofía precedente.  La libertad continúa siendo el centro de su problemática.  En 1974, seis años antes de morir, en las conversaciones publicadas bajo el nombre de "Rebelarse es justo", afirma que el hombre puede ser alienado y cosificado precisamente porque es libre, porque no es una cosa, ni siquiera una cosa particularmente compleja.  Los hombres nunca coinciden integralmente con sus factores de condicionamiento; si así fuera, de hecho ni siquiera se podría hablar de sus condicionamientos.  Un robot nunca podría ser oprimido.  Las alienaciones reenvían a la libertad.



miércoles, 2 de noviembre de 2011

JEAN PAUL SARTRE Y LA FILOSOFIA HUMANISTA


Sartre presenta y defiende la tesis de que el existencialismo es un humanismo, del siguiente modo: "Muchos se maravillarán de que aquí se hable de humanismo.  Veremos en qué sentido lo entendemos como tal.  En todo caso podemos decir inmediatamente que entendemos como existencialismo a una doctrina que hace posible la vida humana y que, por otra parte, declara que toda verdad y toda acción implican tanto un ambiente como una subjetividad humana.  Nuestro punto de partida es, en efecto, la subjetividad del individuo, y esto por razones estrictamente filosóficas... No puede haber, en principio, otra verdad que esta: yo pienso, por lo tanto soy.  Esta es la verdad absoluta de la conciencia que se aprehende a sí misma.  Toda teoría que considere al hombre fuera del momento en el cual él se alcanza a sí mismo, es antes que nada, una teoría que suprime la verdad, porque fuera del "cógito" cartesiano todos los objetos son solamente probables y una doctrina de probabilidad que no esté sostenida por una verdad, se hunde en la nada.  Para describir lo probable, es preciso poseer lo verdadero.  Entonces, para que exista una verdad cualquiera, necesitamos una verdad absoluta; y ésta es simple, fácil de lograr, puede ser entendida por todos y consiste en aprehenderse a sí mismo sin intermediarios.  Además, esta teoría es la única que da una dignidad al hombre, es la única que no hace de él un 'objeto' ".  Pero diversamente de cuanto ocurre en la filosofía cartesiana, para Sartre el "yo pienso" reenvía directamente al mundo, a los otros; la conciencia en su intencionalidad es siempre conciencia de algo. Continúa Sartre: "De esta manera el hombre que se aprehende a sí mismo directamente con el 'cógito' descubre también a todos los demás, y los descubre como condición de su propia existencia.  Él cae en cuenta de que no puede ser nada... si los otros no lo reconocen como algo.  Para obtener una verdad cualquiera sobre mí mismo, es necesario que la consiga a través del otro.  El otro es tan indispensable para mi existencia, como para el conocimiento que yo tengo de mí.  En estas condiciones el descubrimiento de mi intimidad me revela al mismo tiempo al otro como una libertad puesta frente a mí, la cual piensa y quiere solamente para mí o contra mí.  Así descubrimos inmediatamente un mundo que llamaremos la intersubjetividad, y es en este mundo que el hombre decide sobre lo que él es y sobre lo que los otros son".
Después de esta premisa metodológica, Sartre pasa a definir lo que es el hombre para el Existencialismo.  Todos los existencialistas de distinta extracción, cristiana o atea, incluso Heiddeger, para Sartre concuerdan en esto: que en el ser humano la existencia precede a la esencia.  Para aclarar este punto, Sartre usa el siguiente ejemplo: "Cuando se considera un objeto fabricado, como por ejemplo un libro o un cortapapel, se sabe que tal objeto es obra de un artesano que se ha inspirado en un concepto.  El artesano se ha referido al concepto de cortapapel y, al mismo tiempo, a una técnica de producción preliminar que es parte del concepto mismo y que en el fondo es una receta.  Por lo tanto, el cortapapel es, por un lado, un objeto que se fabrica de una determinada manera y, por otro, algo que tiene una utilidad bien definida...  Diremos entonces, por lo que concierne al cortapapel, que su esencia (es decir, el conjunto de los conocimientos técnicos y de las calidades que permiten su fabricación y su definición), precede a la existencia...  En la religión cristiana, sobre la cual se ha formado el pensamiento europeo, el dios creador es concebido como un sumo artesano que crea al hombre inspirándose en una determinada concepción, la esencia del hombre, tal como el artesano común crea el cortapapel...  En el Setecientos, la filosofía atea ha eliminado la noción de dios, pero no la idea de que la esencia del hombre precede a su existencia.  Según tal concepción, 'esta naturaleza', o sea, el concepto de hombre, se encuentra en todos los hombres, lo que significa que cada hombre es un ejemplo particular de un concepto universal: el hombre...  Pero el existencialismo ateo que yo represento -prosigue Sartre-, es más coherente.  Si Dios existe, hay por lo menos un ser en el cual la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de ser definido por algún concepto.


HUMANISMO EXISTENCIALISTA


Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, el panorama cultural francés se ve dominado por la figura de Sartre y por la corriente de pensamiento, el Existencialismo, que él contribuyó a difundir a través de su obra de filósofo y novelista, y a través de su "engagement" o compromiso político-cultural.  La formación filosófica de Sartre se lleva a cabo en los años treinta en Alemania y es influenciada sobre todo por la escuela fenomenológica de Husserl y de Heiddeger.  En el nuevo clima político de posguerra y en la confrontación con el Marxismo y el humanismo cristiano, Sartre se esforzó por elaborar los aspectos ético-políticos de su existencialismo, recalificándolo como doctrina humanista, fundada sobre el compromiso y la asunción de responsabilidades históricas, activa en la denuncia de todas las formas de opresión y alienación.  Es entonces con esta intención que Sartre escribió, en el año 1946, "El existencialismo es un humanismo".  Ese ensayo fue una versión levemente modificada del texto de la conferencia que, sobre el mismo tema, diera en el Club Maintenant ejn París.

MOVIMIENTO HUMANISTA DE DESARROLLO SOCIAL SENTIDO COMUN

HUMANISMO UNIVERSALISTA


Se caracteriza por destacar la actitud humanista.  Dicha actitud no es una filosofía sino una perspectiva, una sensibilidad y un modo de vivir la relación con los otros seres humanos.  El humanismo universalista sostiene que en todas las culturas, en su mejor momento de creatividad, la actitud humanista impregna el ambiente social.  Así, se repudia la discriminación, las guerras y, en general, la violencia.  La libertad de ideas y creencias toma fuerte impulso, lo que incentiva, a su vez, la investigación y la creatividad en ciencia, arte y otras expresiones sociales.  En todo caso, el humanismo universalista propone un diálogo no abstracto ni institucional entre culturas, sino el acuerdo en puntos básicos y la mutua colaboración entre representantes de distintas culturas, basándose en "momentos" humanistas simétricos.  El ideario general de este humanismo está plasmado en el Documento del Movimiento Humanista.

MOVIMIENTO HUMANISTA DE DESARROLLO SOCIAL SENTIDO COMÚN

HUMANISMO TEOCENTRICO.



Es una posición caracterizada así por la similitud con algunas propuestas de otros humanismos, pero partiendo siempre de la idea de la divinidad.  El humanismo cristiano  es un caso de humanismo teocéntrico.  Manifestaciones de humanismo teocéntrico pueden ser observadas en las más diversas culturas.

MOVIMIENTO HUMANISTA DE DESARROLLO SOCIAL SENTIDO COMUN

HUMANISMO PRERIRENACENTISTA


 Algunos autores han dado esta designación al humanismo histórico occidental que comienza a desarrollarse desde mediados del siglo XI.  Entre los exponentes de esta corriente se puede incluir a los poetas goliardos y a las escuelas de las catedrales francesas del siglo XII.  Numerosos especialistas han destacado que ya en el humanismo pre-renacentista aparece una nueva imagen del ser humano y de la personalidad humana.  A ésta se la construye y se la expresa por medio de la acción y es en ese sentido que se da especial importancia a la voluntad sobre la inteligencia especulativa.  Por otra parte, emerge una nueva actitud frente a la naturaleza.  Esta ya no es una simple creación de Dios y un valle de lágrimas para los mortales, sino el ambiente del ser humano y, en algunos casos, la sede y el cuerpo de Dios.  Por último, ese nuevo emplazamiento frente al universo físico fortalece el estudio de los distintos aspectos del mundo material, tendiente a explicarlo como un conjunto de fuerzas inmanentes que no requieren para su comprensión de conceptos teológicos.  Esto muestra ya una clara orientación hacia la experimentación y una tendencia al dominio de las leyes naturales.  El mundo es ahora el reino del hombre y éste debe dominarlo por el conocimiento de las ciencias.

MOVIMIENTO HUMANISTA DE DESARROLLO SOCIAL SENTIDO COMUN

HUMANISMO MARXISTA

HUMANISMO MARXISTA.

 El humanismo marxista se desarrolló especialmente en los años sucesivos a la Segunda Guerra Mundial por obra de un grupo de filósofos.  Los expositores más representativos fueron: Ernst Bloch en Alemania, Adam Shaff en Polonia, Roger Garaudy en Francia, Rodolfo Mondolfo en Italia, Erich Fromm y Herbert Marcuse en los Estados Unidos.  Estos autores trataron de recuperar y desarrollar el aspecto humanista que, según su interpretación, constituía la esencia misma del marxismo.  Anterior-mente, Engels en su famosa carta a Bloch (1880), había subrayado que el marxismo había sido mal entendido y que había sido una equivocación el ver un determinismo absoluto y unilateral de las fuerzas productivas sobre la conciencia y las superestructuras.  La conciencia, explicaba, reacciona a su vez sobre la estructura y es necesaria para la comprensión revolucionaria de las mutaciones de la estructura y de la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones sociales.

Los marxistas humanistas destacaron la importancia de los textos de la juventud de Marx, sobre todo de los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, de la Ideología alemana y de la Crítica del derecho de Hegel, y otros de la madurez como los de la Teoría de la plusvalía.  Estos filósofos se esforzaron en reinterpretar el pensamiento de Marx en una clave que no fuera estrictamente economicista y materialista (* Materialismo).  Así dieron énfasis más que a los escritos de la madurez de Marx, como El Capital, a las obras juveniles descubiertas recién en la década del '30.  Destacaron aquél pasaje de los Manuscritos en el que Marx dice: "...  el hombre no es solamente un ser natural; es también un ser natural humano, o sea, un ser que es para sí, y luego un ser que pertenece a la especie humana.  Como tal, él debe realizarse y confirmarse tanto en su ser como en su saber.  Por esto los objetos humanos no son los objetos naturales como se presentan en modo inmediato... la naturaleza, tomada abstractamente, en sí, fijada en su separación del hombre, es para el hombre una nulidad".  Marx dice, en el inicio de la exposición de su antropología en los Manuscritos: "Vemos aquí como el naturalismo o humanismo conducido al propio término, se distinga tanto del idealismo como del materialismo, y sea al mismo tiempo la verdad que une a ambos".

Mondolfo explica que: "En realidad, si examinamos sin prejuicios el materialismo histórico, tal como nos resulta en los textos de Marx y Engels, debemos reconocer que no se trata de un materialismo, sino de un verdadero humanismo, que en el centro de cada consideración y discusión coloca el concepto del hombre.  Es un humanismo realista (Rea-le Humanismus), como lo llamaron los mismos creadores, el cual trata de considerar al hombre en su realidad efectiva y concreta.  Trata de comprender su existencia en la historia y de comprender a la historia como una realidad producida por el hombre a través de su actividad, de su trabajo, de su acción social, durante los siglos en los cuales se va desarrollando el proceso de formación y de transformación del ambiente en el que el hombre vive, y en el que se va desarrollando el hombre mismo, simultáneamente como efecto y causa de toda la evolución histórica.  En este sentido encontramos que el materialismo histórico no puede ser confundido con una filosofía materialista".

MOVIMIENTO HUMANISTA DE DESARROLLO SOCIAL SENTIDO COMUN 

HUMANISMO HISTORICO


HUMANISMO HISTORICO

En el mundo académico occidental se suele llamar "humanismo" al proceso de transformación de la cultura que comenzando en Italia, particularmente en Florencia, entre fines del 1300 y comienzos del 1400 concluye, en el Renacimiento, con su expansión por toda Europa.  Esa corriente apareció ligada a las "humanae litterae" (que eran los escritos referidos a las cosas humanas), en contraposición a las "divinae litterae" (que ponían el acento en las cosas divinas).  Y éste es uno de los motivos por el cual se llama a sus representantes "humanistas".  Desde esa interpretación, el humanismo es, en su origen, un fenómeno literario con una tendencia clara a retomar los aportes de la cultura grecolatina, asfixiados por la visión cristiana medieval.  Debe anotarse que el surgimiento de este fenómeno no se debió simplemente a la modificación endógena de los factores económicos, sociales y políticos de la sociedad occidental, sino que ésta recibió influencias transformadoras de otros ambientes y civilizaciones.  El intenso contacto con las culturas judía y árabe, el comercio con las culturas del extremo oriente y la ampliación del horizonte geográfico, formaron parte de un contexto que incentivó la preocupación por lo genéricamente humano y por los descubrimientos de las cosas humanas.

Desarrollo del HUMANISMO HISTORICO.
Cien años después de Petrarca (1304 - 1374), existió un conocimiento diez veces mayor de los clásicos que a lo largo de todo el período anterior de mil años.  Petrarca buscó en los antiguos códices tratando de corregir una memoria deformada y con ello inició una tendencia de reconstrucción del pasado y un nuevo punto de vista del fluir de la historia atascado, a la sazón, por el inmovilismo de la época.  Otro de los primeros humanistas, Manetti, en su obra "De Dignitate et Excellentia Homi-nis" (La dignidad y excelencia de los hombres), reivindicó al ser humano contra el "Contemptu Mundi", el desprecio del mundo, predicado por el monje Lotario (posteriormente Papa, conocido como Inocencio III).  A partir de allí, Lorenzo Valla en su "De Voluptate" (El placer), atacó el concepto ético del dolor, vigente en la sociedad de su tiempo.  Y así, mientras ocurría el cambio económico y se modificaban las estructuras sociales, los humanistas concientizaban ese proceso generando una cascada de producciones en la que se fue perfilando esa corriente que sobrepasó el ámbito de lo cultural y terminó poniendo en cuestión las estructuras del poder en manos de la Iglesia y el Monarca.  Es sabido que muchos temas implantados por los humanistas siguieron adelante y terminaron por inspirar a los enciclopedistas y a los revolucionarios del siglo XVIII.  Pero luego de las revoluciones americana y francesa, comenzó esa declinación en la que la actitud humanista (ver), quedó sumergida.  Ya el idealismo crítico, el idealismo absoluto y el romanticismo, inspiradores a su vez de filosofías políticas absolutistas, dejaron atrás al ser humano como valor central para convertirlo en epifenómeno de otras potencias.

Situación del  HUMANISMO HISTORICO.
El mundo europeo medieval prehumanista era un ambiente cerrado desde el punto de vista temporal y físico que tendía a negar la importancia del contacto que se daba, de hecho, con otras culturas.  La historia, desde el punto de vista medieval, es la historia del pecado y de la redención; el conocimiento de otras civilizaciones no iluminadas por la gracia de Dios no reviste gran interés.  El futuro prepara simplemente el Apocalipsis y el juicio de Dios.  La Tierra es inmóvil y está en el centro del Universo, siguiendo la concepción tolomeica.  Todo está circundado por las estrellas fijas y las esferas planetarias giran animadas por potencias angélicas.  Este sistema termina en el empíreo, sede de Dios, motor inmóvil que mueve a todo.  La organización social se corresponde con esta visión: una estructura jerárquica y hereditaria diferencia a los nobles de los siervos.  En el vértice de la pirámide están el Papa y el Emperador a veces aliados, a veces en pugna por la preeminencia jerárquica.  El régimen económico medieval, por lo menos hasta el siglo XI, es un sistema económico cerrado fundado en el consumo del producto en el lugar de producción.  La circulación monetaria es escasa.  El comercio es difícil y lento.  Europa es una potencia continental encerrada porque el mar, como vía de tráfico, está en manos de bizantinos y árabes.  Pero los viajes de Marco Polo y su contacto con las culturas y la tecnología del extremo oriente; los centros de enseñanza de España desde donde los maestros judíos, árabes y cristianos irradian conocimiento; la búsqueda de nuevas rutas comerciales que eluda la barrera del conflicto bizantino-musulmán; la formación de una capa mercantil cada día más activa; el crecimiento de una burguesía ciudadana cada vez más poderosa y el desarrollo de instituciones políticas más eficientes como los señoríos de Italia, van marcando un cambio profundo en la atmósfera social, y ese cambio permite el desarrollo de la actitud humanista.  No se debe olvidar que ese desarrollo admite numerosos avances y retrocesos hasta que la nueva actitud se hace consciente.

MOVIMIENTO HUMANISTA DE DESARROLLO SOCIAL SENTIDO COMUN

martes, 1 de noviembre de 2011

HUMANISMO EMPIRICO.



Todo humanismo que se da en la práctica, sin presupuestos históricos o filosóficos.  El humanismo empírico es el caso claro y cotidiano en el que se ejercita la actitud humanista






               MOVIMIENTO HUMANISTA  SENTIDO COMUN

HUMANISMO CRISTIANO

"La interpretación del Cristianismo en clave humanista se debe encuadrar en el proceso general de revisión y de adaptación de las doctrinas cristianas al mundo moderno, con respecto al cual la Iglesia había adoptado durante siglos una posición de rechazo o de abierta condena.  Comúnmente se considera que el viraje de la Iglesia comienza a partir de la encíclica Rerum Novarum de León XIII (1891).  Con esta encíclica la Iglesia trató de darse una doctrina social que pudiera contraponerse al liberalismo y al socialismo.  La Iglesia autorizó la formación de partidos de masas de inspiración cristiana y se repropuso como portadora de una visión del mundo y de una ética capaces de dar respuesta a las necesidades más profundas del hombre moderno.  Es en este intento donde se encuadra el humanismo cristiano cuyo iniciador puede ser considerado J. Maritain.  Este había sido primero alumno de Bergson, y después había adherido al socialismo revolucionario.  Insatisfecho de ambas filosofías, en 1906 se convirtió al Catolicismo.  Fue uno de los exponentes más notables de la así llamada neoescolástica o neotomismo.  Es decir, de aquella corriente del pensamiento católico moderno que se remonta directamente a Santo Tomás de Aquino y, a través de él, a Aristóteles, cuyo pensamiento Santo Tomás había adaptado a los dogmas cristianos.  La de Maritain es, entonces, una posición cultural que se contrapone radicalmente a la tendencia más general del pensamiento moderno del Renacimiento en adelante.  En efecto, fue precisamente contra la escolástica tomista (la expresión más típica del pensamiento medieval), que se habían lanzado los humanistas del Renacimiento.  De este modo, Maritain da un salto hacia atrás, más allá del Renacimiento.  Y hace esto porque es precisamente en el humanismo renacentista donde descubre los gérmenes que han llevado a la crisis y al resquebrajamiento de la sociedad actual.  Con esto él no pretende explícitamente revalorizar el Medioevo y la visión cristiana ligada a aquel periodo, sino retomar el hilo de una evolución histórica del Cristianismo y de su perfeccionamiento en la sociedad que, según su visión, han sido comprometidos por el pensamiento moderno, laico y secular.
En su libro Humanismo Integral, Maritain examina la evolución del pensamiento moderno desde la crisis de la Cristiandad medieval al individualismo burgués del siglo XIX y al totalitarismo del siglo XX.  En esta evolución él ve la tragedia del humanismo 'antropocéntrico' (así lo llama), que se desarrolla a partir del Renacimiento.  Este humanismo, que ha llevado a una progresiva descristianización de Occidente es una metafísica de la 'libertad sin la Gracia'.

He aquí las etapas de esta decadencia progresiva: 'Con respecto al hombre, se puede notar que durante el primer período de la época moderna, ante todo con Descartes y luego con Rousseau y Kant, el racionalismo había construido de la personalidad del hombre una imagen soberbia y espléndida, indestructible, celosa de su inmanencia y autonomía y, finalmente, buena por esencia'.  Pero esta soberbia racionalista que primero eliminó todos los valores tradicionales y trascendentes y luego, con el idealismo, hasta la noción de realidad objetiva, ha generado ella misma su propia destrucción.  Primero Darwin y después Freud asestaron los golpes mortales a la visión optimista y progresista del humanismo antropocéntrico.  Con Darwin el hombre descubre que no existe discontinuidad biológica entre él y el mono. 

Pero no sólo esto: entre él y el mono ni siquiera existe una verdadera distinción metafísica, es decir, no hay un cambio de esencia, un verdadero salto en calidad.  Con Freud, el hombre descubre que sus motivaciones más profundas están dictadas en realidad por la libido sexual y el instinto de muerte.  Al final de este proceso dialéctico destructivo, ya se han abierto las puertas a los totalitarismos modernos.  Concluye Maritain: 'Después de todas las disociaciones y los dualismos de la época humanística... asistimos a una dispersión y una descomposición definitivas.  Lo que no impide al ser humano reivindicar más que nunca la propia soberanía, pero ya no más para la persona individual.  Esta ya no se sabe dónde está y se ve solo disociada y descompuesta.  Está ya madura para abdicar a favor del hombre colectivo, de aquella gran figura histórica de la humanidad de la cual Hegel ha hecho una teología y que, para él, consistía en el Estado como su perfecta estructura jurídica, y que con Marx consistirá en la sociedad comunista con su dinamismo inmanente'.  Al humanismo antropocéntrico, cuya evolución ha descrito así, Maritain contrapone un humanismo cristiano, que él define como 'integral' o 'teocéntrico'.  He aquí cómo se expresa: 'Somos así llevados a distinguir dos tipos de humanismo: un humanismo teocéntrico (*), o verdaderamente cristiano y un humanismo antropocéntrico (*) del cual son responsables el espíritu del Renacimiento y el de la Reforma...  El primer tipo de humanismo reconoce que Dios es el centro del hombre, implica el concepto cristiano del hombre pecador y redimido, y el concepto cristiano de La Gracia y la libertad.  El segundo cree que el hombre mismo es el centro del mundo, y por lo tanto de todas las cosas, e implica un concepto naturalista del hombre y de la libertad... Se entiende por qué el humanismo antropocéntrico merece el nombre de humanismo inhumano y que su dialéctica deba ser considerada la tragedia del humanismo'.

Al humanismo teocéntrico, Maritain le confía la tarea de reconstruir un mundo orgánico que reconduzca la sociedad profana bajo la guía de los valores cristianos.  La interpretación cristiana que Maritain dio del humanismo fue acogida en forma entusiasta en algunos sectores de la Iglesia y entre varios grupos laicos.  Por otra parte, inspiró numerosos movimiento católicos comprometidos con la acción social y la vida política, resultando ser un arma ideológica sobre todo contra el Marxismo.  Pero esa interpretación recibió también críticas demoledoras en ámbitos filosóficos no confesionales.  En primer lugar, se observó que la tendencia racionalista que aparece en la filosofía posrenacentista y que Maritain denuncia en Descartes, Kant y Hegel, se puede hacer remontar a la Escolástica tardía e inclusive al pensamiento de Santo Tomás.  Esta tendencia, que llevará a la crisis y a la derrota de la razón, no es un producto del humanismo renacentista, sino más bien del tomismo.  Para estos críticos, Maritain cumplió con una obra colosal de mistificación y de camuflaje, casi un juego de prestidigitación filosófica, atribuyendo al Renacimiento una responsabilidad histórica que por el contrario pertenece al pensamiento cristiano medieval tardío.  La filosofía cartesiana que se encuentra a la base del pensamiento moderno, en su racionalismo se reconecta mucho más con Santo Tomás que con el neoplatonismo y el hermetismo místico del Renacimiento.  Las raíces de la 'Soberbia de la Razón' de la filosofía moderna deben ser buscadas, por consiguiente, en la pretensión del tomismo de construir una teología intelectualista y abstracta.  En segundo lugar, la crisis de los valores y el vacío existencial al cual ha llegado el pensamiento europeo con Darwin, Nietzsche y Freud no es una consecuencia del humanismo renacentista, sino por el contrario deriva de la persistencia de concepciones cristianas medievales dentro de la sociedad moderna.  La tendencia al dualismo y al dogmatismo, el sentimiento de culpa, el rechazo del cuerpo y el sexo, la desvalorización de la mujer, el terror a la muerte y al infierno, son todos residuos del cristianismo medieval, que aún después del Renacimiento han influido fuertemente en el pensamiento occidental.  Aquellos determinaron, con la Reforma y la Contrarreforma, el ámbito sociocultural en el cual el pensamiento moderno se ha desarrollado.  La esquizofrenia del mundo actual, la 'dialéctica destructiva' de Occidente (sobre la cual Maritain insiste) deriva, según estos críticos, de la coexistencia de valores humanos y antihumanos, y debe ser explicada como el intento doloroso y por liberarse de esa pugna interna".


 MOVIMIENTO HUMANISTA DE DESARROLLO SOCIAL SENTIDO COMUN

HUMANISMO ANTROPOCENTRICO

HUMANISMO ANTROPOCENTRICO.

Se considera a la postura que se basa en la ubicación central del ser humano excluyendo, en general, todo planteamiento teísta.  Por otra parte, el humanismo antropocéntrico rechaza el dominio de un ser humano por otro, desplazando su acción hacia el control de la naturaleza, definida como el medio sobre el cual se debe ejercer un poder irrestricto.  Las diferencias con el Nuevo Humanismo están dadas porque éste parte de la posición central del ser humano, pero no descarta a las posturas teístas.  Por otra parte, considera a la naturaleza no como un medio pasivo sino como fuerza actuante en interacción con el fenómeno humano.  Por consiguiente, el impulso por las mejoras individuales y sociales debe tener en cuenta el impacto humano sobre la naturaleza, cosa que impone limitaciones no solamente morales, sino que debe reflejarse en el sistema legal y en la planificación ecológica.

MOVIMIENTO HUMANISTA SENTIDO COMUN

domingo, 30 de octubre de 2011



Imágenes de manifestantes heridos por bombas lacrimógenas presentadas en la audiencia sobre violencia policial en Chile de la Comisión Interamericana de DDHH...

29-102.011 movimiento humanista sentido común